Cultura | Kultur — 24 Juni 2019
◄ Estreno de „Emergencia“ de José Vidal en la Kampnagelfabrik de Hamburgo. 101 personas en el escenario, una dirección de luces perfecta, una escenografía lograda – la emocionante nueva creación del coreógrafo chileno José Vidal inauguró el Live Art Festival N. 9. Por Annette Bopp. Ojalá, segundo trimestre de 2019, Hamburgo
► Uraufführung von José Vidals “Emergenz” in der Hamburger Kampnagelfabrik. 101 TänzerInnen auf der Bühne, eine perfekte Lichtregie, ein gekonntes Arrangement – die begeisternde Neukreation des chilenischen Choreografen José Vidal eröffnete das Live Art Festival #9. Von Annette Bopp. [hoffentlich] zweites Vierteljahr 2019, Hamburg
Una idea de lo que se avecina tiene el público ya al entrar a la sala K6: El escenario se ve no solamente desde la tribuna principal, sino también desde los lados; allí se han dispuesto sillas para lxs espectadorxs. Los límites del escenario están marcados por bailarinxs sentados unxs al lado de lxs otrxs; todxs están vestidxs con pantalones cortos y camisetas sin mangas. Algunxs están acostadxs, se comunican con y sin palabras, se inclinan hacia la derecha y hacia la izquierda y transmiten el movimiento a lxs demás como en una onda. Otrxs están acostados boca abajo y miran al público que entra a la K6, y otrxs más animan al público a sumarse a ellxs en el escenario. Juntxs corren hacia un lado y otro, saltan, se amontonan y vuelven a separarse, se reencuentran en nuevas agrupaciones. Todo es un gentío en movimiento. Los profesionales animan a los demás a hacer más movimientos y adoptar más actitudes corporales hasta que empiece la presentación en sí. Lxs espectadorxs ocupan sus asientos, lxs bailarinxs se ponen en la fila de lxs que ya estaban sentadxs en los límites del escenario.
Eine Ahnung von dem, was kommt, ereilt das Publikum schon beim Betreten der K6, deren Bühne nicht nur von der Haupttribüne her einsehbar ist, sondern auch an der rechten und linken Seite mit Stühlen für die ZuschauerInnen bestückt ist. Die Bühnenränder begrenzen nebeneinander sitzende TänzerInnen, in schlichte schwarze Hosen und ärmellose Shirts gekleidet, teilweise liegen sie auch, kommunizieren mit und ohne Worte, neigen sich nach links, nach rechts, geben die Bewegung wellenartig an die anderen weiter. Andere legen sich bäuchlings hin und schauen dem hereinströmenden Publikum zu, und wieder andere animieren die ZuschauerInnen dazu, sich mit ihnen auf der Bühne zu tummeln. Gemeinsam laufen alle hin und her, hüpfen, springen, sammeln sich pulkweise, lösen sich wieder auf, um dann wieder zu neuen Formationen zusammenzukommen. Es ist ein munteres Gewusel, und die Profis regen immer wieder neue Bewegungen und Haltungen an, bis schließlich die eigentliche Vorstellung beginnen soll – die ZuschauerInnen nehmen ihre Plätze auf den Tribünen ein, die TänzerInnen reihen sich in die am Boden Sitzenden ein.
La luz se apaga. Empieza un pulso rítmico, similar al del corazón. Una bailarina se retira de lxs arrodilladxs en el piso y empieza a moverse en el escenario. Con la mirada invita otrxs dos a unírsele, y como en una cascada se juntan poco a poco todxs lxs 47 profesionales – de Chile y de Hamburgo- y lxs 54 aficionadxs venidxs de Hamburgo, lxs 101 que han ensayado en las últimas cuatro semanas esta obra de José Vidal. Ahora empieza un grandioso movimiento de bandada, todxs se mueven: unos grupos alrededor de otros, todxs yendo y viniendo por el escenario … al tiempo que el ritmo aumenta su frecuencia (la composición y el diseño del sonido fue hecha por Diego Noguera Berger) y el conjunto crea un remolino de atracción hipnótica. Ya no más de espectador casi se cae en trance.
Das Licht verlöscht und es setzt ein rhythmisches Pochen ein, dem Herzschlag ähnlich. Eine Tänzerin löst sich aus dem Kreis der am Boden Kauernden und beginnt, sich auf der Bühnenfläche zu bewegen. Durch Blickkontakt fordert sie zwei andere auf, es ihr gleichzutun, und so kommen kaskadenartig alle Mitwirkenden zusammen – 47 professionelle TänzerInnen aus Chile und Hamburg und 54 freiwillige HamburgerInnen, zusammen also 101 Tanzende, die innerhalb von gut vier Wochen dieses neue Oeuvre von José Vidal einstudiert haben. Und nun beginnt ein grandioses schwarmförmiges Um- und Miteinander, ein Hin- und Herwogen, das zusammen mit den sich langsam steigernden Rhythmen (Komposition und Sounddesign Diego Noguera Berger) einen hypnotischen Sog entwickelt – schon alleine vom Zuschauen fällt man fast in Trance.
Después de un rato el fondo oscuro del escenario absorbe lxs bailarinxs. Por un momento el escenario queda vacío, hasta que todxs juntxs saltan otra vez hacia el frente y se esparcen como una ola por el suelo. Luces láser generan una niebla impenetrable que llega hasta la altura de las caderas. De este mar se levantan manos de gente ahogándose, cabezas aparecen y se hunden de nuevo – hay un momento mágico y traumatizante, un momento que tiene también una estética de lo bello que somete al público a su atractivo. Por fin se levantan cada vez más, emergen de la niebla como quien renace; las negras ropas son ahora grises-plateadas – bajo la niebla láser lxs bailarinxs se han cambiado -. La niebla se convierte ahora en un color naranja cálido; en esta atmósfera la bandada se agrupa de nuevo en diversas formaciones, se mueve en círculos, corre, se desintegra, se junta otra vez. Desde la parte trasera del escenario suena un solo de trompeta, es una hermosa y triste melodía. Lxs bailarinxs entonan ahora sonidos onomatopéyicos, el movimiento se convierte en un pepetuum mobile y la luz se apaga.
Nach einer Weile saugt der dunkle Hintergrund alle TänzerInnen von der Bühne, einen Moment bleibt die Bühne leer, bis alle zusammen wieder nach vorne stürmen und sich wie eine Woge über den Tanzteppich ergießen, während Laser-Lichtanlagen ein hüfthohes nebliges Dickicht erzeugen. Hände recken sich wie von Ertrinkenden aus dem Nebelmeer, Köpfe tauchen auf und versinken wieder – magisch ist das, verstörend auch, aber vor allem von einer bezwingend schönen Ästhetik. Schließlich erheben sich immer mehr, tauchen auf, wie neugeboren – und aus den schwarzen Kostümen sind silbrig-graue geworden (das Umziehen erfolgt für die Zuschauer kaum wahrnehmbar unterhalb des Nebelteppichs). Der Nebel weicht einem warmen Orange, in dem sich alle von Neuem zu weiteren Formen sammeln, kreisförmig zusammentun, rennen, laufen, auseinanderdriften, erneut zusammenkommen. Ein Trompetensolo ertönt aus der hinteren Bühnenmitte – elegisch schön. Zum Tanz kommen jetzt auch lautmalerische Töne im Chor – bis alle im Lauf verharren und das Licht verlischt.
José Vidal ha logrado de manera fascinante organizar esta caos de 101 personas en escena. No se quiere como espectadorx dejar de mirar y asombrarse. Muy rápidamente pasan los 60 de la función. “Emergenz” es un ejercicio colectivo para la vida real, la vida que nos confronta con la exigencia del presente: “Nosotros estamos ante problemas que tenemos que resolver colectiva e inmediatamente” – palabras de José Vidal citadas en la hoja del programa. Danza no puede ser más actual, contemporánea y necesaria que esta obra. El público estaba comprensiblemente conmovido.
José Vidal ist es gelungen, dieses Chaos von 101 TänzerInnen auf faszinierende Art und Weise perfekt zu sortieren. Man mag gar nicht aufhören zu schauen und zu staunen. Viel zu schnell sind die 60 Minuten, die die Aufführung dauert, vorbei. “Emergenz” ist eine kollektive Bühnenübung für das echte Leben, die uns zwangsläufig damit konfrontiert, was es heißt, in der Gegenwart zu leben: Wir stehen vor Problemen, die sofort und gemeinsam gelöst werden müssen”, wird José Vidal im Programmzettel zitiert. Aktueller, zeitgemäßer, notwendiger kann Tanz kaum sein. Das Publikum war zu Recht komplett aus dem Häuschen.
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