Beatriz: Yo soy facilitadora del programa Misión Cultura Académica. Ese programa se encarga de formar lincenciados en educación con mención en Desarrollo Cultural. Esta carrera maneja varios ámbitos: La parte de conocerse a sí mismo, la parte de las materias que tienen que ver con la educación y la parte que tiene que ver con las tradiciones culturales y con la diversidad cultural latinoamericana. Los participantes en la carrera no se llaman estudiantes sino activadores. Su trabajo es salir a las comunidades a reimpulsar la cultura propia, la de nuestras raíces, en trabajo conjunto con las escuelas básicas, que son de primero a sexto grado. Actualmente hay 18.000 activadores culturales trabajando en las comunidades. Ellos trabajan reimpulsando las manifestaciones culturales en todo lo que tiene que ver con los saberes del pueblo, que se toman en cuenta, y en el teatro, la danza, el cine, los medios de comunicación. A los activadores -es decir, a los estudiantes de la carrera- se les tienen en cuenta todas las experiencias que traen de su vida, por ejemplo, ellos saben preparar una empanada de cazón y se les reconoce como arte culinario; o ellos saben hacer una hamaca, un tejido, y se les reconoce como artesanía. Ellos llevan todos estos conocimientos a las comunidades para enseñar a hacer más y a disminuír el consumo.

Dentro de la matriz curricular de la carrera hay un ámbito sociopolítico y lo ideológico. En este ámbito el activador tiene que reconocerse a sí mismo escribiendo primero su propia historia de vida y después la historia de la comunidad; más tarde empieza el estudio de la base ideológica, llamada el Árbol de las Tres Raíces: el pensamiento de Bolívar, el pensamiento del maestro de Bolívar, Simón Rodríguez (que hablaba de la necesidad de la formación técnica del hombre) y el pensamiento de Zamora -que fue de nuestros héroes el que se encargó de luchar por la libertad de la tierra para ser trabajada por hombres libres.

Los pobres no tuvieron nunca la oportunidad de ir a la universidad, debido a la pobreza misma que nos les daba tiempo para actividades no relacionadas con la subsistencia,  a la privatización de las universidades y también a la localización de las universidades, que estaban lejos de los barrios. El comandante Chávez llevó la universidad a los barrios. Yo soy una de esas personas que llevaron la universidad, con sus métodos y herramientas, a un barrio; a mi me correspondió  la parroquia Sucre Catía (en Caracas), que es una parroquia populosa y bien grande. Me correspondió ir por cinco años y acompañar un mismo grupo de personas para formarlos durante toda la carrera. El estudiante no tenía que ir a la universidad, no necesitaba dinero para comer en la universidad, sino que tenía en su parroquia a su facilitador -no profesor-; incluso una mujer recién parida podía llevar a su hijo y amamantarlo allí y el hijo pasaba todo el dia con nosotros mientras se estaba haciendo la carrera. Este fue un método de inclusión masivo para aquellos que ya habían terminado el bachillerato y no pudieron continuar una carrera universitaria. Yo tuve que estudiar con ellos todas las materias; yo soy administradora de recursos humanos y tengo una maestría en gerencia pública pero no domino todas las materias y tuve que estudiar con ellos todas las materias de la cultura: el teatro, la danza… Así hicimos la carrera juntos.

Beatriz: El presidente Chávez para poder saldar la deuda social que habían dejado los gobiernos de la derecha creó una serie de misiones. La gente estaba muy mal de salud, entonces él creó la Misión Barrio Adentro -que fue llevar los médicos cubanos a través del convenio Cuba-Venezuela a los barrios, porque resulta que los médicos que Venezuela estaba graduando en las universidades no querían ir a trabajar a los barrios, no querían atender a los pobres, sino querían trabajar en clínicas. Entonces tuvo que pedirse apoyo a Cuba en ese sentido. Se fueron creando otras misiones educativas, por lo menos para los que no sabían leer ni escribir se creó la Misión Robinson, para los que no tenían el bachillerato la Misión Rivas, para rescatar la cultura se creó la Misión Cultura, esto fue formar activadores culturales para que fueran a las comunidades a rescatar la cultura. Para otras carreras como Gestión Social, Comunicación Social se creó la Misión Sucre -que es también a nivel universitario. Las misiones Cultura y Sucre son a nivel universitario, pero en la Misión Cultura el trabajo está más dirigido a formar las comunidades culturalmente, ideológicamente para que reconozcan su propia esencia.

Beatriz: Bueno, fíjate tú en una cosa. Hay algo que se llama los sirinos de cartón o los burgueses de cartón. Durante muchísimos años hemos sido manipulados a través de los medios de comunicación, y para completar los medios de comunicación han estado en manos de privados que son gente dueña de multinacionales, dueños de grandes consorcios comerciales ¿verdad? y entonces el modelo que ellos nos han implantado en nuestras mentes tiene que ver con todo lo cultural foráneo, tiene que ver con los modelos de mujeres, modelos de hombres, el machismo y cuestiones de esa naturaleza, el consumismo y en relación a la identidad nos han dicho tantas veces que no servimos que la única manera que tienen algunos de parecerse a los ricos es convertirse en un sifrino de cartón, que es una persona que aunque vive de repente muy pobre vive de las apariencias y trata de estar en el partido de los ricos, de la oposición ¿verdad? y votar por el candidato de la oposición para tener algo en qué parecerse a los ricos. De resto apoyando al partido de la revolución, al partido de los pobres, tendría que parecerse a un pobre. Un sifrino es un riquillo que vive de la marca de los zapatos, de cuánto tiene en el bolsillo, de los lugares que visita. Él niega su propia condición de clase, a pesar de que puede ser que tenga muchas carencias; la manera de parecerse a los ricos es por lo menos en las mujeres plancharse el pelo, ponerse los cabellos lisos, ponerse lentes de contacto, ponerse zapatos de marca y votar por el candidato de la oposición. Eso le da caché. Estos son los sifrinos de cartón, no son en realidad los propios sifrinos, que son los ricos, sino sifrinos que a lo mejor viven en condiciones paupérrimas pero aún así se niegan ellos mismos. Considero que esta es una cuestión cultural que inclusive no es culpa de ellos mismos sino de tantos mensajes y tantos códigos que nos han tratado de plantar en la mente. En relación a la identidad venezolana siempre se ha querido hacer creer a los mismos venezolanos que los pobres son flojos, son borrachos en fin,  que no han logrado avanzar por lo menos académicamente. En fin, como dice el dicho, cuando repites una mentira tantas veces la gente llega a pensar que es verdad…

Beatriz: Sí, sobre todo, fíjate tú, en las novelas al malandro lo ponen de color negro, es el pobre, es malo, mientras que los ricos son los buenos, los blancos, no? Eso va pegando en la mente, va llegando va llegando hasta que eso se internaliza. Bueno, este, hay venezolanos a los que les duele haber nacido en Venezuela, porque les han dicho tanto que Venezuela es así, que no sirve, que entonces quisieran ser o gringos o ser europeos. Entonces niegan su propia esencia, niegan sus propias raíces. Y es por eso entonces que Misión Cultura se ha encargado a través de la autobiografía de que los activadores reconozcan sus raíces y valoren los aportes indígenas y los aportes africanos.

Beatriz: Pues mira, hasta el momento tenemos 18.000 egresados que están algunos trabajando en escuelas, otros están trabajando en las comunidades, otros los tenemos en centros que tienen que ver con el arte. En la Misión Cultura el concepto de cultura no es solamente las bellas artes, sino es algo más allá: las costumbres, los usos, los modos de vida, los saberes populares… Eso es para el ministerio de poder popular para la cultura el concepto de cultura. Ahora, lo que nos falta para obtener un resultado más concreto es terminar de conformar las comunas, porque hemos logrado con los consejos comunales que estos activadores culturales pertenezcan a los comités de cultura que están dentro de los consejos comunales. Falta que el gobierno termine de impulsar conjuntamente con el pueblo la conformación de las comunas. Allí se podría abarcar más geográficamente el trabajo de los activadores culturales. Entonces bueno estamos en la lucha. El pueblo ha logrado hacerse a algunas emisoras de radio sobre todo, de televisoras se ha logrado muy poco, dos o tres televisora, pero en radio el pueblo se ha podido apoderar de muchas y crear muchas. En estas emisoras hay programas de activadores culturales de la Misión Cultura, en sus programas ellos plasman los diferentes temas que tienen que ver con la parte ideológica, con las manifestaciones populares, con problemáticas de la comunidad y con lo cotidiano. En especial tenemos un gran avance en lo que son los periódicos comunitarios. Son muchas veces periódicos que sacan los consejos comunales, pero si se logra concretar lo de la comuna me imagino que podrían ser periódicos de gran tamaño, porque actualmente los consejos comunales sacan periódicos de dos a seis hojas, o sea son periodiquitos, pero con la conformación de las comunas, con los recursos que se bajen de las fábricas, de las empresas que tengan las comunas se va a tener mayor fuerza

Beatriz: Seguimos en la lucha, hasta que nos quede el último aliento.