Las clases privilegiadas lograron con su dinero y su organización influir decisivamente el referendo y causar miedo. 276.304 ciudadanos hamburgueses votaron contra la reforma, 206.000 a favor de ella. El dia del referendo se veía en la ciudad niños ricos con camisetas en las que se leía: “No somos conejillos de indias”, sugiriendo que una reforma siempre es un experimento incierto y es mejor lo ya conocido.
Esta es la declaración de prensa del Sindicato de Educadores y Científicos -GEW- sobre el resultado del referendo en Hamburgo. La responsable de prensa del GEW es Tina Fritsche / Ojalá, julio 20 del 2010

276.304 BürgerInnen stimmten in Hamburg gegen die Schulreform, 206.000 waren dafür. Pressemitteilung der Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft -GEW- zum Ausgang des Volksentscheids in Hamburg. Pressesprecherin ist Tina Fritsche / Ojalá, 20. Juli 2010

“Los adversarios de la reforma se han salido con la suya: los niños seguirán siendo separados al terminar la cuarta clase. Eso es injusto socialmente y pedagógicamente falso. Con esta práctica de la separación de los niños según sus capacidades Alemania defiende totalmente sola una posición anacrónica en el mundo. Hamburgo habría podido ser la punta de lanza para cambiar esta posición y encaminarse hacia una pedagogía moderna, pero Walter Scheuerl, vocero de la campaña contra la reforma, ha logrado infundirle miedo ante la renovación a gran cantidad de gente. Scheuerl tenía mucho dinero apoyándolo y ha usado todos los mecanismos posibles para difundir una sensación de inseguridad sobre la posible nueva escuela; además ha intentado intimidar con procesos jurídicos a los partidarios de la reforma. Se trataba, claro, de defender los propios privilegios con influencia y dinero. Esto debería ser para todos nosotros una advertencia de que las clases privilegiadas pueden usar su dinero para influír los referendos con campañas bien organizadas y usarlos para decidir los asuntos públicos a su favor”

“Die Gegner der Reform haben es also geschafft: Kinder werden auch weiterhin nach der vierten Klasse getrennt. Das ist sozial ungerecht und pädagogisch falsch. Deutschland steht mit dieser Praxis weltweit allein auf weiter Flur. Hamburg hätte als Vorreiterin die Wende weg von der rückwärtsgewandten Schulpolitik hin zu einer modernen Pädagogik machen können. Stattdessen konnte sich nun Walter Scheuerl mit seiner Angstkampagne durchsetzen. Der Sprecher der Initiative „Wir wollen lernen“ hatte viel Geld im Hintergrund und hat viele Register der Verunsicherung und der Einschüchterung durch juristische Verfahren gezogen. Immerhin ging es darum, mit Geld und Einfluss eigene Privilegien zu sichern. Dies sollte uns Allen Mahnung dafür sein, dass privilegierte Schichten Volksabstimmungen als eine Möglichkeit der Mitbestimmung mit mehr Macht als andere für ihre Interessen instrumentalisieren können.”

“Probablemente mucha gente ha votado en contra de la reforma propuesta por el gobierno para expresar así su insatisfacción con la política presupuestal, con el aumento de los costos en los jardines infantiles, con la construcción de la Filarmonía del Elba, con la crisis del banco estatal hamburgués HSH-Nordbank, con la supresión del dinero de navidad para los empleados. Pero queda un hecho positivo: El compromiso de mucha gente que estaba por la mejora de la escuela (en los sindicatos, en los partidos, en las asociaciones de padres y en las de maestros, en las ligas de escuelas y en muchos otros sectores sociales)  ha mostrado que el debate sobre la justicia en el sistema educativo ya no va a retroceder. Más tarde o más temprano se va a lograr que los niños aprendan juntos durante más de cuatro años en la escuela primaria. Los resultados del estudio de Pisa han mostrado que la escuela no puede seguir como hasta ahora, especialmente en Hamburgo”

“Sicherlich haben viele ihre Unzufriedenheit mit der Politik der Regierung – Elbphilharmonie, HSH-Nordbank, Haushaltspolitik, Erhöhung der Elternbeiträge an Kitas, Streichung des Weihnachtsgeldes – im Volksentscheid zum Ausdruck gebracht. Positiv jedoch ist dies: Der Einsatz von Tausenden von Menschen aus Gewerkschaften, Parteien Eltern,- Lehrer- und Schülerverbänden aber auch vielen anderen im Bündnis der Schulverbesserer hat gezeigt, dass die Debatte über die Gerechtigkeit von Schule sich nicht mehr zurückdrehen lässt. Früher oder später führt kein Weg daran vorbei, dass alle Kinder länger als vier Jahre miteinander lernen. Dass es nicht so weitergehen kann wie bisher, haben auch die Pisa-Ergebnisse der letzten Jahre insbesondere in Hamburg gezeigt.“