La cámara fotográfica fue su arma contra la dictadura de Pinochet. Durante los años 80 fundaron fotógrafos chilenos en la capital, Santiago de Chile, la Asociación de Fotógrafos Independientes -AFI-. En medio de las luchas callejeras sangrientas y de las acciones de protesta ejercieron y perfeccionaron muchos de estos fotógrafos su oficio, protegiéndose mutuamente con la cámara. Crearon así algunas de las legendarias fotografías que dirigieron la atención de la opinión pública mundial hacia la represión del régimen de Pinochet. El trabajo de los fotógrafos fue uno de los elementos que llevaron al fin de la tiranía. Arriesgando la vida intentaban salvar de la policía a demonstrantes y amigos. Sus cámaras fueron una efectiva arma del pueblo en la lucha contra el dictador. La fotografía fue una forma de compromiso y oposición. | El 23 de noviembre vimos en Hamburgo el interesante y escalofriante documental sobre la represión y el trabajo de los fotógrafos.  El público llenó la sala ya desde antes de las seis. Durante la ronda de preguntas a los fotógrafos presentes después de la película se sentía el calor e interés de la sala abarrotada. Al mismo tiempo muchas otras personas que se habrían podido interesar por la reunión estaban en los cafés repitiéndose o en la casa ante una televisión que los distrae de sus asuntos. Formas de la “libertad”.  Activistas hamburgueses que también estaban en la sala les ofrecieron a los fotógrafos una relación más duradera con Hamburgo. Es posible que se logre para ellos una acreditación de free lance para que en nombre de alguna publcación alemana trabajen en Chile con menos riesgos -y se atrevan así a viajar a los territorios mapuche, en donde el estado burgués chileno con desmesura expropia y amedrenta.